En el 129 aniversario de su nacimiento.
Fue Veneranda G. Manzano diputada nacional en 1933, defensora de los valores democráticos, patriota y maestra republicana, presidenta nacional de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza, FETE, (UGT) a la que pertenecía desde 1931; exiliada en Mexico durante 33 años y víctima de una ceguera incurable, vuelve en los años setenta a Oviedo, ciudad de la que es hoy hija adoptiva. Siempre activa socialmente, defensora de la paz y avanzada, continúa su actividad participativa en actos culturales hasta el final de su vida en 1992.
Su propio testimonio escrito y el de sus destacados biógrafos, Benjamin Rivaya García y Jose Luis Villaverde Amieva, demuestran que estamos ante una mujer valiente y leal defensora de la libertad, la democracia, la igualdad y la justicia social que tuvo que soportar una gran presión social y eclesiástica (a pesar de declararse siempre cristiana) por el hecho de ser una mujer comprometida, socialista y republicana: (…) ella misma relata cómo muchas mujeres que se cruzaban conmigo en la calle se santiguaban,… pensaban que siendo socialista llevaba el demonio dentro; lo deja patente también en su contundente artículo-respuesta al alcalde monárquico de Llanes, que quería coartar mi libertad de pensamiento, una réplica publicada en el semanario El Pueblo el 25 de abril de 1931 y quetitulaba “Por qué soy republicana”, que concluye afirmando Yo ahora, libre y española, orgullosa de mi patria querida,…Maestra Nacional. Palabras, con mayúsculas, que ejemplifican el honor y honra que sentía Veneranda por su profesión de magisterio, el título mas noble que podía ostentar una mujer, junto con el de madre. Ensalza a los maestros españoles, empobrecidos y vilipendiados que han forjado los hombres de hoy. Tiene duras críticas contra esos colegios aristocráticos donde el honor consiste en atesorar riquezas y dominar esclavos, donde las doctrinas de Cristo se acomodan a la conveniencia personalísima, donde se ora mientras se piensa en una operación financiera que acaso deje sin trabajo a millares de hombres. Y defiende rotundamente la igualdad y no discriminación de la escuela pública, valores capitales de la educación en democracia: a mi escuela van los hijos de los españoles sin distinción de matices políticos y dentro de la escuela todos los niños son iguales para el maestro.
Justamente a través de su profesión de magisterio que había sido anulada fue como conocí yo su mérito y valor compartido por sus colegas maestros republicanos. Eran mis primeros años de ejercicio parlamentario, allá por 1977- 78, 79, y tuve el honor de defender en nombre del grupo parlamentario socialista la interpelación y proposición no de ley sobre “La amnistía de los maestros republicanos”; habían sido excelentes profesionales injustamente depurados por la dictadura. Pedíamos se les reconocieran todos sus derechos como si hubieran estado en activo. El PSOE estaba en la oposición en minoría pero finalmente el ministro de educación de UCD, Iñigo Cavero, accedió generosamente a aprobar nuestra propuesta de amnistía que fue así mayoritariamente aceptada una legislatura después de iniciada.
Finalizo pues este sentido recuerdo agradeciendo a Antonio Masip Hidalgo y Antonio Trevín Lombán su encomiable labor para rescatar del olvido la memoria de Veneranda Manzano y animando a toda Asturias, ahora que ya disponemos de una ley para la recuperación de la Memoria Democrática en pleno vigor y desarrollo, a que la rememore en el día de hoy.
María Izquierdo Rojo.
Diputada constituyente y presidenta de la Asociación Foro Veneranda Manzano.