El fundador de la Sociedad de Bioética fue nombrado ayer patrón de honor del Foro Jovellanos: “Es todo un orgullo”
El presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), Marcelo Palacios, es de los que no se rinden. Buena prueba es su lucha, desde el inicio de la pandemia, por dar más protagonismo a la atención primaria en la batalla contra la crisis del covid-19. En concreto: reclama el uso de antivirales adaptados para su administración ambulatoria.
“Solo se entiende que esto no se haya hecho por intereses de índole comercial”, apunta Palacios.
Lo repitió ayer, en la conferencia que ofreció tras su distinción como patrón de honor del Foro Jovellanos, que tuvo lugar en la Casa Rectoral de la iglesia de San Pedro. Un nombramiento que le llena “de emoción y de orgullo”. “Me habéis recordado que fui un hombre con ilusión y que la sigo teniendo”, afirmó. El presidente de la Fundación Foro Jovellanos, Ignacio García Arango, presentó el encuentro y leyó el acta: “Por su competencia, su responsabilidad y su compromiso social”.
Por una vida infatigable. El director de la Fundación, Orlando Moratinos, repasó su biografía.
Nació en Candás, en el año 1934. Médico especialista en Cirugía General y Traumatología, cursó su especialización en hospitales de la República Federal de Alemania. “En una Alemania que estaba recuperando músculo”, señaló Moratinos. También en Suecia y en Suiza, entre 1962 y 1968. Fue jefe del Servicio de Accidentes en el Hospital de Jove y director de la Policlínica (Casa del Mar) del Instituto Social de la Marina, también fue Jefe de Servicio en Jove. Fue diputado socialista. Y, entre otros cargos, presidió la Subcomisión de Bioética del Consejo de Europa (1990-1995) y poco después, en 1997, fundó la SIBI.
Logro tras logro y, de todas las batallas, nadie había previsto la del covid-19. Desde el estallido de esta crisis sanitaria, Palacios ha insistido en la necesidad de administrar fármacos antivirales adaptados en la atención primaria: “Es la única forma de completar la lucha contra la pandemia y de ganar todos esta batalla”, afirma el doctor. “Hay antivirales disponibles que pueden ser adaptables, algunos vienen siendo utilizados de epidemias anteriores”, señaló el doctor. Y tras intentar esa “adaptación”, añadió el doctor, hubiera sido imprescindible “un esfuerzo paralelo en investigación y búsqueda de fondos como el que hubo para las vacunas”.
Sí a las vacunas, dejó claro. “Se hicieron en un tiempo récord y están dando un resultado extraordinario, pero no son suficientes para combatir una pandemia si los pacientes que están contagiados no se tratan”, afirmó rotundo. Está preocupado por la variante ómicron, no lo ocultó: “Presenta 50 mutaciones frente al virus original”. La delta tenía 16. Por eso, ahora más que nunca, los fármacos serían muy recomendables junto a la vacuna.
Quedan pocas puertas, o ningunma, a las que llamar con esta reclamación. La SIBI ha enviado escritos con la propuesta a la Organización Mundial de la Salud (OMS), al Ministerio de Sanidad, al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). También a la Comisión Europea, Consejo Europeo y Consejo de Europa, entre otras instancias comunitarias.
“Esta lucha es un ejemplo del trabajo que ha desempeñado siempre Marcelo Palacios”, apuntó Orlando Moratinos, poco antes de entregarle la distinción como patrón de honor. Se trata de una estatuilla de bronce, con la réplica del monumento de la plaza Seis de Agosto, y un diploma. Hacía casi un lustro que la entidad no entregaba esta distinción. Dijo Palacios que ayer sentía el “aura” de Jovellanos en la sala, y que eso le daba fuerza. En realidad, basta repasar el curriculum, a él nunca le faltó tesón.