La nueva ‘Guía de lenguaje inclusivo’ plantea evitar siempre el masculino genérico y ofrece un listado de alternativas
OLGA ESTEBAN
GIJÓN.
Jueves, 11 noviembre 2021, 00:56
«El uso clásico del lenguaje ha contribuido en buena medida a ocultar el papel real de las mujeres en la sociedad, pues lo que no se expresa no existe». Ese es el punto de partida de la nueva ‘Guía práctica de lenguaje inclusivo y con perspectiva de género’ de la Universidad de Oviedo, que ha elaborado la Unidad de Igualdad del Vicerrectorado de Relaciones Institucionales y Coordinación y cuya elaboración está incluida en el II Plan de Igualdad de la Universidad, aprobado el pasado mes de junio.
“La consecución de la igualdad real y efectiva pasa también por una reconsideración del uso del lenguaje, que se acomode en mejores términos a la realidad social vigente», reza la introducción de la guía. Y es evidente que la Universidad de Oviedo se adapta a los nuevos tiempos. Lo hace con dos decisiones importantes. La primera, incluir el género ‘no binario’ en sus impresos y cuestionarios.
Lo recoge la guía: «Cuando se formulen en impresos y cuestionarios preguntas sobre el género de quién responde, debe emplearse la siguiente fórmula: a) masculino b) femenino d) no binario». Se alinea de esta forma la institución académica con las directrices del Ministerio de Igualdad. La segunda gran medida tiene que ver con evitar el uso del masculino genérico y «esquivar el lenguaje sexista a la par que respetar escrupulosamente la lengua castellana en la que nos expresamos, especialmente en los documentos administrativos empleados en nuestra institución». Las ‘orientaciones’ de la guía incluyen, como norma general, que «siempre que conozcamos el sexo de la persona que ocupa un cargo u oficio, debemos referirnos a ella en masculino o femenino según corresponda». Los títulos se adecuarán al sexo del graduado o graduada.
Recoge la guía cómo y cuándo usar los guiones, barras y paréntesis, así como la @, para escribir por ejemplo ‘tod@s’, ‘estimados/estimadas’, ‘compañeros/as’ o incluso ‘compañeros (as)’ y se advierte de que, si bien el orden de aparición del femenino o masculino es opcional, «se debe alternar el uso entre una categoría y otra para no privilegiar a ninguna».
Sustantivos comunes
El documento que ha elaborado la Unidad de Igualdad dedica mucho espacio a ofrecer ‘Recursos para evitar el masculino genérico’. Hasta nueve consejos se dan: desdoblamiento (trabajadores y trabajadoras); uso de sustantivos comunes (‘la ciudadanía’, en lugar de ‘ciudadanos’; ‘alumnado’ en lugar de ‘alumnos’); uso de términos colectivos (dirección, jefatura, plantilla); agregar la palabra ‘persona’ sin apuntar al género (‘la persona que solicita’, en lugar de ‘el solicitante’); el uso de pronombres (‘quienes conduzcan’, en lugar de ‘los conductores’; ‘se podrá’, en lugar de ‘los estudiantes podrán’); usar ‘quien’ o ‘quienes’ en lugar de ‘el’, ‘la’, ‘aquellos’ (quien no tenga); modificar verbos y usarlos en segunda o tercera persona del singular, primera o segunda del plural (‘cuando escuchamos’, en lugar de ‘cuando uno escucha’); eliminar el artículo masculino ante sustantivos que valen para los dos géneros y, finalmente, sustituir sustantivos, adjetivos o participios por un sustantivo de la misma familia (‘tendrán obligación de’ en lugar de ‘están obligados a’, ‘estar en posesión de la nacionalidad española’ en lugar de ‘ser español’).
Se ofrece también a la comunidad universitaria una guía sobre el tratamiento de comunicación gráfica o visual con perspectiva de género para asegurar que «el mensaje que transmite no sea uno que no represente una simetría entre hombres y mujeres» y evite los estereotipos, elementos sexistas. Y llama a preguntarse, entre otras cosas, «¿con qué asuntos o temas se insertan gráficas de mujeres y hombres?».