Publicada esta noticia en La Nueva España, 3/4/20
Los expertos de la región contravienen a los de Cataluña y aconsejan que prime «la situación funcional y de fragilidad» de cada paciente
En los hospitales asturianos no debería suceder como en los catalanes. La Comisión Asesora de Bioética del Principado de Asturias se ha posicionado rotundamente en contra de seleccionar los tratamientos que reciben los enfermos más graves de COVID-19 con arreglo a los años que tenga el paciente.
«Tal y como recoge el posicionamiento de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica, no es tolerable una situación de discriminación en la atención sanitaria recibida en función de la edad cronológica», subraya el citado órgano consultivo del Gobierno regional. A juicio de este grupo de expertos de carácter multidisciplinar, «la situación funcional y de fragilidad deberán ser los criterios prioritarios en la toma de decisiones y en las estrategias de asignación de ingreso en UCI».
Este pronunciamiento contrasta con las pautas aplicadas en Cataluña, donde el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), dependiente del Departamento de Salud, ha dictado un documento que recomienda no ingresar en la UCI a las personas mayores de 80 años con coronavirus y«evitar ingresos en pacientes con escaso beneficio». Un polémico texto que cuenta con el respaldo del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña pero no del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona.
El dictamen de la comisión asesora asturiana analiza tres «posibles escenarios» en los que el personal sanitario puede verse envuelto a la hora de combatir los efectos de la pandemia. En la «situación urgente», y en los casos en los que se produzca un empeoramiento agudo o inesperado de la función respiratoria del paciente, «los profesionales responsables del caso actuarán en mejor interés del paciente guiados por la evidencia científica, las recomendaciones locales y la gestión de recursos disponibles».