La clave para la economía española estará en la ayuda al tejido de microempresas y pymes”

ENTREVISTA A JOSU GÓMEZ BARRUTIA

NUEVATRIBUNA.ES08/04/20


Josu Gómez Barrutia

En esta entrevista, Josu Gómez Barrutia, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Europea de Madrid y embajador en España The Future Society ThinkTank de Harvard, aborda desde la economía española hasta la geopolitica mundial.

NT: Vivimos tiempos complejos y de incertidumbres, pero todo el mundo se pregunta ¿Cómo será el día después? ¿Qué mundo nos vamos a encontrar?

Josu G. Barrutia | El día después nos encontraremos con grandes retos y desafíos como sociedad en su conjunto: La recuperación económica, la reactivación empresarial, el impulso al emprendimiento y la innovación o la recuperación de la propia relación entre personas van a enfrentarse a una realidad global que habrá cambiado. Por un lado, los procesos de digitalización, robotización y de impulso a las industrias 4.0 que ya habían iniciado su despliegue antes de la crisis del covid19 ahora se verán acelerados por la necesidad del tejido productivo de llevar a cabo un sistema de producción no dependiente de la mano de obra para su actividad y de la simplificación de la gestión industrial a través de procesos de profunda digitalización. Algo que deberemos de conjugar con la lucha contra el desempleo, la ubicación de las personas en los nuevos perfiles profesionales y laborales en consonancia con estos campos.

La seguridad hoy se logra a partir de la inversión en sistemas públicos de sanidad, en una mejor investigación en ciencia y tecnología o en la construcción de un modelo de sostenibilidad global que impida que la zoonosis se acelere

Además, vamos a ver un mundo polarizado entre dos vertientes. Por un lado, el del reforzamiento de las posturas nacionalistas en la defensa de los intereses propios y la apuesta por una política de control fronterizo, de circulación y de minimización de riesgos. Pero por otra parte, también estará la apuesta por la defensa de la necesaria cooperación internacional y solidaridad entre naciones para enfrentar la recuperación económica global con certeza a partir de un nuevo concepto de gobernanza.

Con todo lo que está claro es que estamos viviendo un proceso de desglobalización que no dejará a nadie indiferente y tendrá consecuencias profundas en el ámbito de las relaciones políticas, económicas y sociales.

La reforma de los organismos internacionales, la transformación necesaria del proyecto europeo en un concepto de nación más allá de los intereses del norte y el sur o la apuesta por un nuevo proceso de reindustrialización europea deberán estar encima de la mesa en ese día después. Y todo ello, sin sacrificar la libertad en pos de la seguridad, no podemos caer en la doctrina del miedo, esa que sirve a quienes quieren cercenar los derechos fundamentales sobre los que se construye el concepto de democracia. A mi juicio, la incertidumbre y el temor a este virus u a otros que vendrán como producto de un proceso de cambio climático y calentamiento global o superpoblación no debe servir para recortar las libertades que tanto han costado lograr. La seguridad hoy se logra a partir de la inversión en sistemas públicos de sanidad, en una mejor investigación en ciencia y tecnología o en la construcción de un modelo de sostenibilidad global que impida que la zoonosis se acelere y que miles de virus animales pasen al ser humano con consecuencias negativas.

Nuevatribuna | La rescisión es una realidad clara a la que España deberá enfrentarse al igual que muchos otros países en los próximos meses ¿existe el riesgo de una depresión profunda? ¿Cómo cree que será la recuperación económica?

La clave para la economía española estará en la ayuda al tejido de microempresas y pymes que si sobreviven podrán recuperar en el año 2021 su actividad

Nuevatribuna | La rescisión es una realidad clara a la que España deberá enfrentarse al igual que muchos otros países en los próximos meses ¿existe el riesgo de una depresión profunda? ¿Cómo cree que será la recuperación económica?

Josu G. Barrutia | Nos estamos adentrando en un océano antes nunca navegado, si sirve la metáfora. Esa crisis económica parte de un frenazo en seco de la actividad productiva y está por ver cómo reaccionarán las economías no sólo de España sino de muchas otras partes del mundo al reinicio, al reset al que las someteremos a partir del control de la pandemia. Si debemos de hacer de Oráculo de Delfos, creo que nos enfrentaremos a una recuperación lenta, no vamos a percibir realmente una recuperación de la actividad económica y empresarial a ritmos cercanos a la normalidad hasta el segundo semestre del 2021. Hoy todavía y aun con datos tremendamente negativos el tejido económico y productivo no está sufriendo aún en profundidad una rescisión que empezará a dar la cara en los próximos meses y en el segundo semestre del año. Máxime cuando sectores como el turismo del que depende el 12% del PIB nacional se van hundir, algo que en cifras económicas podría suponer 90.000 millones de Euros y la destrucción de miles de puestos de trabajo que afectarán a la economía del país, al consumo y al crecimiento. Es una cadena que además se verá acentuada por el daño en sectores como el comercio, la hostelería o el de los servicios con una bajada de ventas derivada del coctel del miedo, las medidas de control frente a los contagios y la pérdida de liquidez de muchas familias que verán reducido su consumo. Eso, unido al miedo de los inversores a mover su activos hasta al menos ver la normalización de los mercados nos llevarán a un cierre del 2020 muy negativo, aunque empezaremos a repuntar a partir de finales de año en un modelo de recuperación lenta. Por ello, la clave para la economía española estará en la ayuda al tejido de microempresas y pymes que si sobreviven podrán recuperar en el año 2021 su actividad. Veremos el papel de la Unión Europea en esta crisis en la que nos jugamos el propio proyecto europeo.

Nuevatribuna | Y en el escenario económico global ¿Qué mundo se dibujará tras esta crisis global? ¿Qué consecuencias cree que tendrá?

«En el ámbito económico vamos hacía un proceso que supondrá un nuevo marco de relaciones en los que China va a tener dificultades para encajar esta nueva realidad.”

Josu G. Barrutia | Lo comentaba anteriormente vamos a una aceleración de la desglobalización de manera clara. Tenemos que tener en cuenta que esta crisis del Coronavirus ha estallado cuando ya esta fenómeno se había acentuado a partir de fenómenos como el aumento del proteccionismo y la ofensiva al multilateralismo, cuyo ejemplo más importante se venía reflejando en la política del presidente Trump en EEUU. Pero junto a esto, otros factores estaban ya sobre el tablero. Así, la regresión de las cadenas globales de valor con el con el aumento de los salarios y las rentas de los países receptores de la deslocalización de las empresas europeas y de los países del denominado primer mundo ha sido una realidad en los últimos años. En este contexto aparece esta crisis que va a servir para la aceleración del proceso de desglobalización, todo ello en base a algunos criterios que hoy están presentes en la mesa del tejido empresarial europeo y nacional: Primero.- El riesgo que supone hoy fijar los centros empresariales de producción en países lejanos en los que además los procesos de superpoblación y contaminación permanente son caldo de cultivo perfecto para la aparición de nuevos virus en el futuro, con la parálisis de la actividad económica. Segundo.- La reducción de la ventaja competitiva para las empresas en materia de salarios o rentas que hoy ofrecen países como China y otros del entorno asiático.- Tercero.- La mayor seguridad que supone el acceso a centros de producción cercanos a los mercados de consumo con mayor flexibilidad a la hora de adaptación de políticas y

Josu Gómez Barrutia

Acciones desde las empresas para enfrentar situaciones como las vividas. Por ello, en el ámbito económico vamos hacía un proceso que supondrá un nuevo marco de relaciones en el que China va a tener dificultades para encajar esta nueva realidad, máxime cuando para el gigante asiático requiere un crecimiento cercano al 10% para mantener su maquinaría. Veremos qué consecuencias se derivan de ello.

Nuevatribuna | ¿Cómo ve usted a Europea en el día posterior a la salida de esta guerra contra el covid19 como algunos lo han denominado?


Nuevatribuna | ¿Cómo ve usted a Europea en el día posterior a la salida de esta guerra contra el covid19 como algunos lo han denominado?

Josu G. Barrutia | Europa se enfrenta a su particular Rubicón. Esta crisis ha evidenciado dos visiones del modelo europeo y la existencia de una diferencia clara del norte y del sur, algo que puede llevar a una desfragmentación del proyecto europeo con la aceleración del euroescepticismo. A mi juicio, si vencen las doctrinas que apuestan por entender la solución a esta crisis desde el concepto del “rescate” y no de la “solidaridad” en poco tiempo nos enfrentamos a una profunda división de Europa. Es el momento para quienes están por la capacidad de decidir en Bruselas, de apostar por la construcción de una nación europea plena que sea capaz de enfrentar los retos y desafíos unida desde la solidaridad y la fraternidad; o por el contrario se empezará a finiquitar el modelo europeo.

Nuevatribuna | En un entorno de crisis siempre surgen oportunidades empresariales y de emprendimiento, ¿Cree que también en esta ocasión existirán? ¿Qué sectores sufrirán las consecuencias de la crisis del Coronavirus?

“El papel de los Estados será papel clave, en la protección del tejido de microempresas y pymes en los sectores más dañados por esta crisis pero que cara al 2021 podrán verse recuperados”

Sin lugar a dudas, creo que es un tiempo de oportunidades en sectores que si antes tenían un crecimiento previsto ahora se van a ver acelerados a raíz de los nuevos marcos de relación personal, de ocio, consumo y de actividad económica. Así, sectores como la logística, la industria 3d, la industria sanitaria, retail, los sectores vinculados a las nuevas tecnologías y la digitalización en una sociedad que ha descubierto la oportunidad del teletrabajo y el e-learning, la industria vinculada a la automatización y la robótica, la formación online, la ciberseguridad hoy más necesaria que nunca en la virtualización de una sociedad cada vez con mayor uso de las redes o la proximidad de servicios de atención a colectivos de edad avanzada y activa son ámbitos en los que se van a generar multitud de oportunidades de crecimiento. Eso sin olvidar la apuesta por la economía circular, las energías renovables o la aparición de nuevos sectores como los vinculados a las estrategias de profilaxis para las administraciones públicas y empresas serán realidades claras en el corte y medio plazo. Por el contra, sectores más tradicionales como el del ocio, la hostelería, el turismo o el del comercio vivirán meses de gran complejidad y pérdidas.

Nuevatribuna | ¿Qué papel deberán jugar las administraciones en este escenario? ¿Qué lecciones cree que debemos aprender tras esta shock que ha supuesto la crisis del Covid19?

Josu G. Barrutia | Las administraciones deberán jugar un papel fundamental en varios ámbitos. Por un lado, el de la protección del tejido de microempresas y pymes en los sectores más dañados por esta crisis pero que cara al 2021 podrán verse recuperados, en segunda lugar el del estímulo de la actividad económica a través de políticas de inversión pública keynesianas que sirvan tanto para la generación de empleo como para la generación de actividad económica en las industrias nacionales y en tercer lugar mediante una política impositiva y tributaria que debería de adaptar sus marcos impositivos a este nuevo tiempo, todo ello al efecto de servir como apoyo al desarrollo empresarial y emprendedor. Pero junto a ello, sería una buena oportunidad para el desarrollo de una estrategia de reindustrialización del tejido productivo nacional, la apuesta por la agroindustria y la no dependencia de la volatibilidad del sector turístico o de servicios. A mi juicio, sería un buen momento para que desde Europa se produzca una necesaria flexibilización del control del déficit público que en España permitiese a las administraciones activar medidas en campos sociales, económicos, formativos y laborales. Por ejemplo, con la utilización del superávit de las administraciones públicas en su conjunto. Pero no me gustaría terminar esta entrevista sin reivindicar la necesaria apuesta también por la colaboración público privada. Ese tiempo requiere de la cooperación, la alianza y la participación de todos, no sólo del sector público.

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